8 de marzo de 2010

Palo borracho



Se va el verano de a poco y con él ciertas alegrías. O el invierno da una tregua transitoria y tibia. Muere un niño aprendiendo a caminar. O da a luz una mujer sin esperanza. En esos casos, por dar ejemplos, floreció el palo borracho. Han venido esas flores de repente, con sorpresa, y consuelan o celebran otros imprevistos. No hay fecha convenida de antemano. Decide el árbol su explosión rosada, y su tronco engorda satisfecho. El enigmático palo borracho, brote de estaciones impuntuales. Salta por el tiempo, como los hombres, caprichoso. A fuerza de mirarlo, se enmaraña la lógica de la causa y el efecto, y me digo que la próxima floración traerá de vuelta a la que amé y partió. Un árbol cuyo tronco es siempre verde puede sólo inducir a la entereza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

buenas noches, profesor Pavon soy su ex alummo nicolas kieper y he visto su blog en la tapa trasera de su libro "soltar amarras". el cual lo consegui gracias a una largo derrotero de pediguenias a ex-compañeros. Su libro el cual me puse a leer dias atras me parecio que esta bastante bueno y lo felicito.
Espero que siga bien y escribiendo mas novelas, cuentos, etc ya que a mi entender son muy amenas para leer.

Pilar Medina dijo...

Oh, melancolía, novia silenciosa, íntima pareja del ayer...

No sé por qué tu prosa trajo a mi recuerdo esa tristísima canción, la primera de mi cancionero de música para suicidarse.

Excelente, Pavón. Un honor ser su amiga.