Demora
la
reunión
que
sueño a veces incompleta
Mientras
mirado
por
el querido Melville
mientras
la
lámpara altera
las
cinco de la tarde
afuera
el
cielo negro se desarma y cae
la
lluvia con ráfagas
Flota
en mi cuarto el clima
que
es de junio pero que ha llegado en marzo
Y
entre ballenas como nubes
perseguidas
por el cielo
acribilladas
con
los sutiles arpones de la lluvia
y
mientras en mi bote
de
medialuz me refugio
como
si ya nada fuese
sino
este estarme entre mis libros y el afuera
no
es verdad, me digo, que el mundo continúe
pues
me arrastra su desastre
Abrazo,
amiga, tu caja de madera
donde
no duermes aún
y
me adelanto
a
nado a nuestro encuentro
5 comentarios:
Ay, la lluvia... Ay, los libros... Qué lindo es el mundo, aún en su tristeza.
Es en la tristeza donde el mundo se revela más límpido. La belleza es fácil. La tristeza es bella. No te parece?
"-Una ley-dijo Gregorovius-. Perfecto enunciado, verdad profunda. Llevado al plano de la astucia literaria se resuelve en aquello que de los buenos sentimientos nace la mala literatura, y otras cosas por el estilo. La felicidad no se explica, Lucía, probablemente porque es el momento más logrado del velo de Maya".
y Esteban dice...
Que el diálogo me hizo acordar a esa partecita de Rayuela que deben conocer. Que el poema es 'narrativamente' hermoso; "con los sutiles arpones de la lluvia" ¿es un oxímoron verdad? no sé, pero es genial; un final donde el discurso contrasta con la historia, porque no es nada trágico, sino más bien romántico y sin embargo el ballenero muere, no? o leí cualquiera?
Mucho no puedo decir, se necesita cierta estatura que no tengo, por ahora leo y aprendo, pregunto mucho, ya sé.
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