18 de enero de 2011

Viajes

Viajar es buscar y viceversa. De manera que no siempre viajando se viaja, ni se está, sobre la cama, inmóvil, la mirada perdida en las alturas del techo, la caída profunda de la luz en la ventana. No hace falta saber lo que se busca, el viaje es la respuesta a nuestro estar entre las cosas. De incertidumbre se parte el corazón que parte. El nombre de la certeza es Movimiento y lo demás se arruga como un fruto tierno bajo un sol tremendo. El paso seguro, con Norte en la errancia, es vida de sondeos. Lo demás es pena enorme hasta la risa amarga. Ay, nuestro afán de permanencia. Ay, nuestra añoranza de lo quieto. Ay, gastar la vida en ensayar que no se gaste.

2 comentarios:

Patricia dijo...

profe, me da vergüeza hacer algun comentario, Perdon, Ud. Es un maestro

Ariel dijo...

Gracias, Patri. Claro que soy un maestro, si doy clases!!!!, jajaja. Me alegra que te haya gustado el texto. Pero porfa, comentá lo que quieras. Un besote.