15 de junio de 2013


Nube

El instante de una nube que cobró forma de pez. Tan obvia con su fondo metafórico. La nube simple de poca imaginación. Yo me quedo igual mirándola, bizqueando para corregir los detalles de sus bordes imprecisos. Desde acá, las nubes me parecen tontas; su liviana enormidad las hace torpes. Pero a veces pueden dar verdaderas sorpresas, según dicen: animales pedestres, objetos de escritorio, enseres de cocina, un rostro conocido. Ésta no, de pez se ha vuelto bote, mírenla, y ahora isla. Pobre, la nube sin luces. Pobre, pobre, repito mientras ella se queda en nube nomás. A mí me tocan así.

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