tras los
ojos de la niña que dibuja una manzana
con el
trazo vacilante de los que desconfían.
Los
principiantes que oyen por los ojos
y esperan a
que sus oídos les revelen
los colores
del anochecer. A mí me cuesta
Decidir por
qué te dije esos poemas.
Perdoná,
quizá me imaginaba en el dominio
del lado
negativo de las cosas
de su
impalpable contundencia.
Perdoná yo
no quería asustarte con palabras
resbalosas
como peces que luchan por su vida.
Y ahora que
lo vuelvo a decir de esta manera
Sospecho
que me quedo sin salida otra vez
Buscándole
el revés a estos versos que improviso.