23 de abril de 2014

Intacto

He leído este libro alguna vez. Hace tiempo, hace muchos años. Intacto se mantiene, porque no volví a tocarlo. Cambió de estantes, de ambientes, de ciudad. Y pese a todo es tan azul como lo era. Tengo un vago recuerdo de sus páginas y una memoria nítida de aquel muchacho que leía. Abrirlo ahora me devuelve a aquel momento, por un segundo. Yo pensaba otra cosa de los libros, a esa edad. Era un lector que sólo había escrito como perdido en un juego, con fe total y sin creerlo en absoluto. Releo y vuelve, sin cambio, esa felicidad que hoy desconozco. Lo entiendo así: sólo el presente me reconforta. También lo dije frente al libro azul, entonces.


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